17 de febrero de 2014

La Fiscalía, cada vez mas activa en salud laboral

En el año 2012 se dictaron un 14% más de sentencias penales que el año anterior. Los Juzgados de lo Penal dictaron 637 sentencias por accidentes laborales, de las que el 75% resultaron condenatorias y el 25% absolutorias.
Por sectores de actividad, el 56% de las sentencias condenatorias provinieron del sector de la construcción, el 25% el sector industrial, y el 6% servicios y otras actividades.
El 47% de las sentencias condenatorias son por accidentes originados por caídas a distinto nivel (sobre todo en la construcción), mientras que el 20% se produjeron por atrapamientos (sobre todo en la industria).
La novedad es que un 4% del total de las sentencias dictadas lo han sido por delito de riesgo sin daño lesivo, de las que el 75% han sido condenatorias, y 25% absolutorias.
Curiosamente, la proporción de condenas y absoluciones se mantiene en todos los ámbitos como constante, en la proporción 3/4 - 1/4 a favor de las condenatorias.

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11 de febrero de 2014

Mejorando lo presente

Durante los más de veinte años de mi trabajo en relación con la seguridad de las máquinas, he venido confirmando la evidencia de que la actitud de la gerencia de las organizaciones revierte, como en muchos otros ámbitos, en el cumplimiento eficiente de las obligaciones relacionadas con la seguridad en la empresa.


En los casos en que los directivos no lideran estos temas, se va transmitiendo en la organización la idea de que es necesario cumplir con la normativa, especialmente su letra, y muchas tareas se realizan como mera respuesta a la obligatoriedad de cumplir los requisitos legales. Esto hace que las acciones que se emprenden sean descoordinadas, y, cuando llegan a buen término,  suelen resultar poco eficaces a la hora de reducir la probabilidad de accidentes.
Precisamente para contribuir a la reducción el número y la gravedad de accidentes laborales relacionados con las máquinas, me gustaría resumir algunos conceptos que faciliten el enfoque constructivo de los problemas relacionados con la seguridad de los medios de producción de las empresas.

Entender el espíritu y objetivo de las leyes
Existe aún cierta confusión respecto a la aplicación del RD1215/1997 de seguridad de los equipos de trabajo y de la Directiva Máquinas 2006/42/CE. Además existen algunas imprecisiones en ambas leyes que han dado lugar a la edición de sendas Guías Técnicas para el cumplimiento que a su vez han abierto debates en las empresas que han tenido que enfrentarse a la aplicación práctica de los puntos difíciles de aplicar de estas leyes, bien por su indeterminación, bien por sus múltiples interpretaciones posibles, o bien por plantear dudas respecto a su aplicabilidad a casos concretos.

Entiendo que en el fondo pueda existir el temor a la posibilidad más o menos remota de encontrarse involucrado en algún proceso judicial complejo, pero precisamente por ello debemos mantenernos firmemente afianzados en los principios de la legislación: La intención de toda la normativa de seguridad es trabajar sin accidentes. Para eso se implementan las medidas de seguridad, para eso se aplican las medidas técnicas de seguridad, se forma al personal y se practican los procedimientos de seguridad…

Todas las tareas relacionadas con la prevención deben llevar la misma orientación: cero accidentes. Esta polarización de todo el personal involucrado -empezando por las personas con mayor responsabilidad, es lo que catapulta a las organizaciones al cumplimiento simultáneo de los objetivos de rentabilidad de la empresa y de cumplimiento de la legislación: trabajar sin accidentes.

Hacer participar a todas las personas involucradas con las máquinas
En el diseño de los nuevos medios de producción, tanto si son adquiridos fuera de la empresa, como si son equipos propios modificados, un buen gerente destinaría a las personas más capaces de su organización. Por ejemplo, en el equipo de diseño, seguro que todos pensamos que debería haber un/a ingeniero/a, y, lógicamente, todos estaremos de acuerdo en que también debería participar el departamento de prevención.

Pero si nos detuviéramos aquí, nos estaríamos olvidando de unas personas muy importantes: el personal de producción y el de mantenimiento. La experiencia de los profesionales de producción y mantenimiento aporta el conocimiento los requisitos del producto final, las necesidades de intervención humana, las características de los mecanismos, etc. Son personas involucradas en todos los procesos productivos. Su conocimiento viene de su interacción material diaria con las máquinas, y constituye la mayoría de las veces el contrapunto necesario para el equilibrio del diseño final. Esta visión pragmática tan necesaria de contrastar con la fuerza de las ideas impulsoras de los nuevos diseños es la que permite conseguir un resultado que yo calificaría de científicamente sensato, que algunos lo llaman muy gráficamente “diseño repensado” y que resulta, a la postre, más eficiente, pues recoge la visión de los problemas desde muchos ángulos y las soluciones de un equipo.

Además -y esto es muy importante, la integración de estas personas, que trabajan con las máquinas cada día, en los procesos de diseño de su seguridad, no solo mejora los resultados, sino que el control que les permite ejercer sobre el riesgo en su trabajo diario es tan positivo y tiene tanta fuerza que contribuye a propagar lo que yo llamaría una actitud preventiva aplicada, si se me permite, un beneficio más duradero y enriquecedor para la organización que muchas acciones formativas convencionales de seguridad en máquinas.

Integrar en la organización las leyes sobre seguridad en paralelo con la responsabilidad
Si las normas se integran junto con la responsabilidad que conllevan, las medidas se aplican con eficacia. Si no, las acciones que se deben tomar se malinterpretan o simplemente no se materializan. Esta incomprensión – o negación- de la responsabilidad es una de las fuentes de riesgo más importantes en las empresas, y origen de muchos accidentes.

Como ejemplo, hace muy poco que en una fábrica de piezas de automóvil, para fabricar una variante de una pieza, se modificó una máquina. Como la modificación conllevó la eliminación de unas protecciones, había sido puesta fuera de uso por el responsable de prevención. Alguien recibió la orden urgente de des-precintar la máquina para fabricar piezas en el turno de noche… En el accidente que ocurrió aquella noche se lesionaron gravemente dos personas simultáneamente.

Dedicar personal competente a realización de las tareas
Ya lo sabemos, no es nada nuevo; pero para un fabricante de cualquier producto -medicinas, alimentos, piezas de automóvil,…-, como usuario de máquinas, la tarea de realizar adaptaciones de su maquinaria a las demandas de un mercado cada vez más evolucionado es un trabajo que exige la suficiente especialización como para ser encomendado a personal experto. Si la empresa cuenta con una ingeniería competente, podría emprender los diseños mecánico, eléctrico y de programación necesarios, y realizar modificaciones de gran complejidad (subcontratando lo que precise). Lo ideal es que el aspecto de la seguridad esté incluido entre las competencias del equipo, y así la maquina final será segura – y certificada.  En caso contrario, si las consideraciones de seguridad no están presentes en las reuniones de diseño a un nivel que garantice un resultado certificable, estaríamos invirtiendo recursos en algo que conlleva un riesgo no asumible por la empresa.

No se trata sólo de que la máquina pueda ser certificada (que también), sino que la dirección de la empresa conozca en todo momento los riesgos no asumibles por la organización, es decir, su responsabilidad: la empresa es responsable de la seguridad de su personal. No puede delegar los riesgos de su actividad a nadie.

Me cuesta olvidar cómo, hace mucho tiempo, un alto responsable de la filial española de una conocida multinacional me llamó con gran interés y urgencia para, en una amable entrevista intentar delegar en nuestra empresa la responsabilidad de la seguridad de sus máquinas… lamentablemente tuve que recordarle los términos de las leyes vigentes antes de despedirme cortésmente.

Mantener activas todas las fases del ciclo de vida de la seguridad
La seguridad de las máquinas debe ser objeto de una atención constante para la organización.  Debe entenderse la necesidad de realizar reuniones periódicas con los involucrados en la seguridad en las máquinas: producción, mantenimiento, prevención e ingeniería para analizar los peligros detectados, establecer los requisitos funcionales de los sistemas más adecuados aplicables, diseñar las soluciones más eficaces, Integrarlas en las máquinas, verificarlas, mantenerlas y mejorarlas continuamente.
Las 5 fases del ciclo de vida de la seguridad en máquinas

En estas reuniones inter-departamentales -especialmente en las primeras- debe evitarse la aplicación a ultranza principios demasiado teóricos, porque pueden llevar a posturas intransigentes que hacen las discusiones estériles, permitiendo que se escuche la voz de la experiencia de cada participante. Como dice el RD1215/97, en las intervenciones que afecten a la seguridad, debe participar personal capacitado.

En caso necesario, yo aconsejaría que se estudie la conveniencia de subcontratar a un especialista como un técnico más del equipo, que con su participación agilice la aplicación práctica de la normativa legal y técnica de seguridad en máquinas. De no hacerlo así, ni el usuario ni el suministrador de la máquina podrían asumir el riesgo de ser señalados como responsables en caso de accidente en cualquiera de las máquinas que han ido modificándose durante años.

Para terminar, una pincelada de optimismo
Debemos celebrar que el nivel de seguridad en las empresas españolas está mejorando. Considerando que en España empezamos más tarde que los demás países europeos, sorprende la rapidez con la que hemos alcanzado las primeras posiciones en las estadísticas europeas ya desde el 2009 sobre implantación de sistemas de gestión de seguridad en la empresa, apareciendo al nivel del Reino Unido (empresas de más de 10 empleados). Aunque tenemos aún camino que recorrer en cuanto a accidentalidad, avanzamos en la buena dirección.

La crisis que estamos pasando también es cultural, de modelo personal y social. Soy de los que creen que la oportunidad está en la capacidad de superación, en el cambio de nuestro entorno inmediato. Creo que este es el camino que estamos recorriendo en España. Ahora tenemos más información para apoyar la creación y más posibilidades de cambiar las cosas, de conectar ideas para crear ambientes de trabajo más seguros.

REFERENCIAS
1. Directiva 2006/42/CE del Parlamento europeo y del Consejo de 17 mayo de 2006 relativa a las máquinas.
2. Guía técnica para la aplicación de la Directiva 2006/42/CE relativa a la seguridad de las máquinas - 2ª edición – junio de 2010. Comisión europea empresa e industria.
3. Real Decreto 1215/1997, de 18 de julio, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud para la utilización por los trabajadores de los equipos de trabajo.
4. Guía técnica para la evaluación y la prevención de los riesgos relativos a la utilización de equipos de trabajo. Ministerio de trabajo e inmigración.
 Más información en: www.safework.es